Capítulo
6
El cielo se tiñe de maravillosos
colores, las aves cantan una serena melodía, el viento hace que los arboles me
mesan de una forma armoniosa. Pareciera que recordaran que hoy él es
aniversario de tu muerte, justo un día como hoy te fuiste de mi lado y me
dejaste solo. No tienes la menor idea de cuánto añoro tu compañía, te extraño
cada día que pasa, creo que estoy condenado a vivir con tu recuerdo, al final
solo eso me queda.
Camino por el camposanto observando
el paisaje que me brinda, “Definitivamente este lugar está más vivo que muchos
otros que conozco” fue lo que pensé. Sigo aquella travesía que con el tiempo he
llegado a aprender, me detengo, por fin he llegado, el lugar donde descansas se
ve tan lindo como siempre, igual que tú. El mármol continua blanco, estas
cubierto de rosas y girasoles, tus flores favoritas, aquellas que plantaba tu
madre en aquel jardín en el que solíamos jugar. Le he pedido al señor que cuida
aquí que siempre te ponga flores, al menos eso
puedo hacer eso por ti.
-¡Hola Changminnie! ¿Cuánto tiempo,
verdad?-.
Suelto las palabras al viento
mientras acaricio la fría lapida.
-Perdóname por no visitarte tan
seguido, quisiera poder hacerlo más, pero cada vez que vengo se me parte un
cachito de alma-.
-Tendrás que hacerte responsable ¿Eh?
Cuando nos volvamos a encontrar-. Me temblaba la voz al decir eso. –Cuidaras de
mi desecho corazón cuando este contigo, ¿Verdad?-. Ahora mis lágrimas
amenazaban con caer.
Por eso no me gustaba venir, de
alguna forma siempre terminaba llorando, supongo que siempre he sido así de
sentimental.
-¿Qué tal es el clima allá donde te
encuentras?-. Dije esperando a que alguien me respondiera. –Aquí últimamente ha
estado de locos, a veces muy frio, otras veces un calor insoportable. Mamá me
dice que aún tengo que cuidarme-.
-Ya sabes por mis múltiples
enfermedades-. Solté una sonora carcajada. –Pero el tratamiento me ha hecho
bien, ya la mayoría de mis problemas están controlados-. Sonreí. –Los doctores
en Estados Unidos son excelentes. Me gustaría que algún día viajáramos juntos,
¿Qué te parece? Si lo hiciéramos, mi billetera correría peligro, con lo
pedinche y tragón que eras-.
Sonrío nostálgicamente imaginando
aquella hermosa escena que tristemente jamás pasará.
-Justo ahora tendrías 18 años ¡Woah!
De seguro tendrías muchas admiradoras. Recuerdo que en el preescolar eras muy
popular-.
Miro al cielo y lo contemplo por
algunos segundos.
-Nuestro Changmin sería el más guapo
del Colegio ¿No es así?-. Suspiro largamente. –A veces me pregunto porque no
soy yo el que se fue, al fin y al cabo siempre he estado completamente
defectuoso, con millones de enfermedades, gran parte de mi vida la he pasado en
un hospital… pero tú eras un niño completamente sano, lleno de sueños y de
ilusiones. ¿Por qué tu y no yo?-.
Una fuerte ráfaga de viento golpea mi
cara, al parecer desde donde estés, me
estas escuchando, creo que no te gusta que hable así. Sonrió, en mi corazón
quiero creer eso.
-Supongo que Dios quiere que los
ángeles más hermosos cuiden de él-.
Otra vez ese líquido parece que
intenta fluir por mis ojos, no lo dejo. Nunca te ha gustado verme triste, mucho
menos que llore. Necesito ser más fuerte, inhalo detenidamente y finjo sonreír.
-¿Adivina qué?-. Dije entusiasmado.
–Adivina a quien le ofrecieron un puesto importante en una de las Universidades
más importantes de todo Seul… cierto, ¡A mí! Pienso que debería de cambiar un
poco mi apariencia, algo que vaya acorde a mi nuevo puesto, pero si lo hago ya
no sería yo-.
Suelto la liga que ata mi largo y
rizado cabello.
-¡Mira cuanto ha crecido!- Di un
pequeño giro. –Está un poco debajo de mis hombros, mamá dice que parezco un
vagabundo-. Sonrió animado. –Otras veces dice que parezco una chica, yo no lo
creo-.
-A mí me gusta mucho, pienso que me veo muy sexy-. Me carcajeo
tontamente. –Además que al contrario de lo que dice mi mamá, mi cabello es un
imán de chicas. No te lo he dicho, hace unos meses toco el piano en una
cafetería, ¡Shhh! No se lo digas a nadie, me matarían si se enteran. Sabes… me
gustaría volver a tocar alguna canción para ti… recuerdo que te gustaba mucho
oírme cantar. Recuerdas esa canción que te cantaba para que durmieras, ¿Cómo
iba?-.
Cierra los ojos,
Y escucha con atención mi historia
Pequeña estrella de esta noche
En toda la noche yo te cuidaré
Cuando te conocí por primera vez,
Quede muy impresionado
Cuando vi por primera vez tu sonrisa,
Me sentí el rey del mundo
Pequeña estrella de esta noche
En toda la noche yo te cuidaré
Me detengo. Los arboles se siguen
meciendo, al parecer te gusta todavía aquella canción, sonrió, se siente tan
bien estar a tu lado, aunque no estés aquí.
-Si estuvieras aquí de seguro te
presentaría muchas chicas lindas, sería muy romántico ir a una cita doble
¿No?-. Suspiro, ya perdí la cuenta de cuantas veces lo he hecho en el día.
–Estoy seguro que te hubiera acompañado en tu primera cita, parezco un papá
celoso ¿No lo crees?
Está empezando a ponerse oscuro, como
siempre, el tiempo se me pasa tan rápido cuando estoy junto a ti.
-Creo que ya es tarde-. Miro mi
reloj. –No traje abrigo y este clima no augura nada bueno-.
Estoy feliz.
-Se me olvidaba, te hice un regalo-.
Lo saco de mi bolsillo. –Es una pulsera, la hice yo mismo. Es una pulsera con
un dije de oso ¿Es bonita, no? Te dije que tu Yoochun-hyung es todo un
artista-.
Suspiro y la coloco junto a los otros
11 regalos de cumpleaños que te di, los cuales nunca estuviste para recibirlos,
regalos que ahora yacen en tu tumba.
-Es hora de irme-. Digo. –Vendré
pronto, lo prometo-.
Acaricio la foto de Changmin que está
en la lapida y le deposito un beso.
-Cuídame, como siempre lo has hecho.
¡Te quiero de aquí hasta la última estrella de la galaxia!-.
Me levanto y camino un poco, volteo y
veo lo que está inscrito en aquel lugar.
Duerme tranquilo
El sueño de la paz del
día
Cuando juntos
volveremos a estar
~Shim Changmin~
18-Feb-1988 // 07-Ago-1994
Salgo de ahí lo más rápido posible,
trato de no llorar, pero no puedo contenerme. Los recuerdos a tu lado me
agobian, todavía no supero lo que te dije el último día que nos vimos. Lo
siento tanto. Al final tu y yo estamos en dimensiones distintas y no puedo
hacer nada para cambiarlo. No tienes idea de cuánto te extraño, día con día…
/ ~ / ~/ ~ / ~
-Jae, ¿Cuándo le confesaras a Changmin tus sentimientos?-. Me dijo un
pelirrojo, que curiosamente estaba sentado a mi lado.
-Junsu-ah, no puedes ser más discreto ¿Verdad? Changmin está arriba,
puede escucharte-. Le reproche.
-Pues esa es la intensión, deja de ser tan cobarde-.
Junsu es mi mejor amigo, nos conocimos en preparatoria y estudiamos la
misma carrera, en la misma Universidad. A estado junto a mí en los momentos que
más he necesitado la ayuda de alguien. Es mi amigo, mi confidente y mi
cómplice, además sabe de mis sentimientos hacía Changmin y siempre me reprocha
por no revelarlos.
-No Junsu, no es tan fácil como piensas. Changmin es la persona más
compleja del mundo, lo digo en serio, nunca sabes lo que pasa por su cabeza. Me
da miedo su reacción al decirle lo que siento-. Suspire tendidamente.
-Y dime Jae, no te has detenido a pensar que él puede sentir lo mismo que
tu-.
Nuestras miradas se cruzan y permanecen así. Seria magnifico que Changmin
me correspondiera, un sueño hecho realidad.
-Changmin es un joven muy guapo y a pesar de que es excesivamente
introvertido, tiene una personalidad que te atrapa al instante-. Dijo mi amigo
en un tono severo. –No pensaras que se quedara a tu lado toda la vida ¿O sí?,
Si no te apuras, puede llegar alguien y arrebatártelo. Así que no lo medites
demasiado y hazlo-.
Sus palabras hicieron eco en mi cabeza “¿Arrebatarme a Changmin?” No, eso
no, definitivamente imposible.
-Changmin estará conmigo siempre. Yo lo he cuidado desde que tenía 2
años. Me debe mucho-. Soné un poco posesivo, pero esa es la verdad.
-Cálmate Jae, nadie te lo va a quitar. Mejor apúrate a arreglar esas
valijas que el vuelo sale hoy y ya es tarde-. Me ordeno mi buen amigo
-Ya voy, vendrás a visitarme ¿Verdad?-. Le pregunte, esperando que dijera
que sí.
-Por supuesto-. Respondió sutilmente. –Si no quien te asesorará en tus
amoríos con Changmin-. Rió sonoramente.
-¡Cállate!-.
-Bueno, nos vemos Jae-. Nos abrazamos. –Definitivamente Japón no será lo
mismo sin ti ¡Te extrañare!-. Lo mire mientras abandonaba la habitación.
También lo extrañare mucho, ha sido un apoyo muy importante en mi vida.
Espero que nos vaya muy bien en Corea y que por fin pueda decirle a Changmin
todo lo que significa para mí.
/ ~ / ~/ ~ / ~
Jaejoong está abajo con Junsu, su mejor amigo, ¡Ah, son tan ruidosos! De
verdad nunca se callan. ¡Ash! De verdad envidio la relación que tienen esos
dos, nunca en mi vida he tenido un amigo, no se cual es la sensación que
provoca estar con alguien con quien compartes gustos y vivencias, alguien a
quien le puedas decir cosas tontas, que te apapache cuando sufras o a quien
contarle de la persona que te gusta. Todo esto es tan fastidioso. Jae es casi
como mi amigo, le cuento mínimas cosas que me pasan, pero no siento ninguna
conexión especial con él. Además con mi fobia a la gente, es casi imposible
acercarme a alguien. ¡Ah! Estos estúpidos complejos, ya debería ser hora que
los superaras, no Oshima Changmin.
Estoy alistando las maletas que llevaré, en tan solo unas horas volaremos
hacia Corea. Estoy emocionado, nunca me había sentido así, tal vez allá
encuentre a alguien especial…
-Tú qué crees Puky, ¿Crees que podamos encontrar a alguien especial en
Corea?-. Le digo a mi viejo oso de peluche, mientras sonrío.
De verdad que estoy loco, a mi edad no debería hablar con objetos
inanimados, pero que más da.
-¿Qué clase de ropa debería llevar? Supongo que es hora que deje la ropa
que me hace parecer un pordiosero ¿No? La gente viste muy diferente allá-.
Tomo a mi oso de peluche en mis brazos y me dirijo a mi armario.
-Aún así con ropa bonita, no esconderán al monstruo que soy en realidad
¿Verdad? Además tengo el cuerpo lleno de marcas, que pensara la gente si las
ve, de seguro menos se querrán acercar a mi-. Sonrió tristemente porque es la
verdad, soy un feo demonio.
Jae siempre se burla de mí por conservar ese oso de peluche color miel.
Dice que a veces hablo más con el muñeco que con él, quizá tenga razón. Quiero
mucho a ese oso, es un regalo muy especial para mí, no sé porque Jaejoong se
molesta, al final Puky fue un presente suyo.
-¡Te pondré aquí! Aquí estarás a salvo hasta que lleguemos a nuestra
nueva casa-. Lo coloque en una pequeña maleta. -¡Te quiero Puky!-.
-¡¿Changmin, qué tanto haces?! ¡El auto ya llego por nosotros!-. Oigo a
Jaejoong gritar desde la planta baja.
Rápidamente me pongo una sudadera que cubra mis heridas, afortunadamente
están sanando muy bien. Mi piel sana de una manera extraordinaria, soy
afortunado porque casi no se notan las cicatrices… aunque tengo dos extrañas
marcas en mis muñecas, parece que son también de algún corte, aunque no
recuerdo como me las hice. Esta maldita memoria que no me sirve para otra cosa
que las matemáticas, la odio.
Llevo varios días sin cortarme, supongo que es por la emoción del viaje.
-¡Changmin!, ¿Ya estás listo?-. Escucho la voz de Jae un poco
desesperada.
-¡Sí, ya bajo!-.
El examen es pasado mañana… tomo mis maletas y bajo. Espero que todo
salga bien.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario